En el segundo
y tercer trimestre del embarazo las técnicas de estimulación prenatal, se
realizan directamente para trabajar las capacidades emocionales y sensoriales
del feto, y se trabajaría la estimulación de los sentidos del bebé. A las 16 semanas de gestación, el feto ya
puede percibir luces brillantes, con lo cual se puede comenzar la estimulación
visual. Al cuarto mes ya están bien desarrollados los
sentidos de tacto y gusto del bebé. Y, a partir del quinto mes se comenzará con las
técnicas auditivas.
Lo
recomendable es alternar los ejercicios. Trabajar un día algún ejercicio táctil
y realizar un masaje, y
otros días emplear técnicas auditivas o visuales; así se debería ir combinando
según consideremos, sin perder de vista que “el estímulo más relevante es
comunicarse con el bebé, hablarle y mandarle mensajes positivos sobre la
espera. Asimismo, es crucial crear un clima adecuado, tranquilo, feliz y
agradable en la familia”.
Técnicas visuales
·
Juegos con una linterna.
Con la linterna encendida, acércala y aléjala de la barriga. También puedes hacer
movimientos suaves para que el bebé pueda seguir la luz.
·
Destaparse la barriguita
unos segundos para tomar el sol.
·
Con estos ejercicios se
trabaja la estimulación cognitiva, se estimula la retina ocular con el fin de
que se vaya adaptando a la luz, y se le prepara para el nacimiento porque se
trabaja para que distinga entre la claridad de fuera de la barriga y la oscuridad
que existe en el vientre). También se estimula su curiosidad y la atención.
Técnicas auditivas
A partir del quinto
mes el oído reacciona a la voz de la mamá. Por tanto, para estimular la
audición se pueden realizar distintas actividades:
·
Escuchar música a un volumen adecuado ayuda
a que el feto conecte con el mundo exterior, y a fomentar el aprendizaje y el
desarrollo del intelecto. Dependiendo del tipo de música el bebé se comportará
de una manera u otra. “Escuchar música suave lo tranquiliza, la instrumental es
la más aconsejable; la música barroca aumenta la concentración y la música más
intensa, por ejemplo rock, le excita”, asegura la psicóloga Rosa Granero.
·
Hablar con el bebé varias veces al día, por
ejemplo, por la mañana y por la noche, y un tiempo más dilatado después de
comer. Esto estimularía los sentidos, además de desarrollar su inteligencia y
trabajar el vínculo afectivo. “Hablarle al bebé de lo querido y esperado que es
y transmitirle que se le espera con cariño y que es una llegada deseada, le va
a repercutir positivamente en el desarrollo, en la inteligencia, sobre todo
emocionalmente; además se va a tener un bebé más tranquilo”, puntualiza la
experta.
·
Escuchar sonidos de la naturaleza. La mayoría de las veces la
rutina del día a día nos priva de sonidos de nuestro entorno. Ser consciente de
los sonidos y los silencios ayuda al feto a conectar con el mundo exterior, de
tal manera que cuando nazca la adaptación será más sencilla. Es una preparación
al nacimiento.
Técnicas para estimular el tacto
·
Acaricia la barriga
con las palmas de las manos.
·
Toca la barriga con
los dedos en distintas posiciones.
·
Masajear la barriga
con los nudillos mediante movimientos circulares.
·
Juega con el bebé.
Cuando el bebé da una patadita se le puede contestar presionando suavemente en
la zona donde ha dado el golpe. Así se crea una interacción, y además se trabaja
el vínculo.
·
Utiliza distintas
texturas, pasar un cepillo de cerdas o un pincel suave.
.
Técnicas motoras
Con estas técnicas se
trabaja sobre todo el equilibrio mediante las diferentes posturas corporales de
la madre, y la percepción y discriminación del movimiento, para que el bebé sea
capaz de diferenciar cuándo la madre está en movimiento y cuándo parada.
· Balancearse en una mecedora.
·
Realiza bailes lentos y suaves.
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